Sobre la creación y el uso de los espacios de datos

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Informa la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) de la publicación de una guía en la que analiza la creación y el uso de los espacios de datos[1] en relación con la normativa de protección de datos personales[2]. El documento[3] tiene como objetivo facilitar a las múltiples iniciativas, tanto nacionales como europeas, el cumplimiento y el respeto a los derechos y libertades de las personas físicas con relación a la protección de sus datos. El documento aborda tanto el marco normativo básico que afecta a los Espacios de Datos como el que está en desarrollo, e incluye dos grandes capítulos. El primero analiza la aplicabilidad de la protección de datos desde el diseño en los Espacios de Datos, dedicando un apartado a la anonimización.

El segundo incluye cuestiones relativas a aspectos como la implicación de los delegados de Protección de Datos, la gestión del riesgo para los derechos y libertades de las personas físicas, tanto desde el punto de vista individual como social, las medidas de seguridad o diversos aspectos éticos, entre otras. La guía está dirigida a responsables y encargados de tratamiento que intervengan en estos espacios de Datos, así como a los delegados y asesores de protección de Datos, y a todos los intervinientes que, en el marco de un modelo de compartición de datos, realicen tratamientos de datos personales o que autoricen, supervisen o faciliten el tratamiento. Fuente de la información: AEPD. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] En la actualidad, la tecnología permite que tanto las empresas como las Administraciones Públicas utilicen datos personales en una escala sin precedentes. La transformación digital también entraña nuevos riesgos y desafíos tanto para aquellos que diseñan e intervienen en los servicios como para los ciudadanos cuyos datos se tratan, por lo que es imprescindible que su puesta en marcha se realice respetando los principios recogidos en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que refuerza el control por parte de las personas de sus propios datos personales, genera confianza y refuerza la seguridad jurídica de las empresas y Administraciones Públicas que intervienen en este ecosistema.
[2] Las iniciativas de Espacios de Datos europeas y nacionales plantean modelos de tratamientos de gran complejidad organizativa y tecnológica, así como el escalado en la diversidad de categorías de datos tratados, número de personas afectadas, amplitud geográfica, extensión de la conservación, número de intervinientes y otros. Todas estas circunstancias abren un horizonte de posibilidades positivas cuya garantía obliga a realizar un análisis objetivo desde el diseño de estos espacios de datos.