Datos virtuales

En el post Visibilidad en Internet, reflexionaba sobre la visibilidad y la invisibilidad en la Red. En mi caso, quiero ser visible y lo más transparente posible, dentro de las limitaciones de ese mundo virtual y los límites de mi privacidad. Fundamentalmente, me hago visible desde el punto de vista profesional, aunque dejo entrever aspectos de mi vida, experiencias, gustos, sentimientos, que ayuden al receptor de la información a conformar una imagen lo más cercana a mis cotidianas circunstancias. ¿Por qué? Porque Internet es una realidad comunicativa, social, humana y hoy no sería muy lógico ponerse una venda en los ojos, sobre todo en determinadas actividades empresariales o profesionales, como la consultoría estratégica, o la difusión de situaciones e injusticias, como el caso de las Guerras olvidadas (imagen wikipedia).Sin embargo, reconozco mi incomodidad cuando aparezco en determinado perfil buscado o, por ejemplo, Google inserta en el blog publicidad con la que no me siento a gusto. Los riesgos del directo, pienso. Por otro lado, se encuentra la sensible información que se genera cuando realizo una búsqueda concreta. ¿Qué hacen los buscadores con ese rastro de información? ¿La utilizan comercialmente, la borran o sólo la guardan cumpliendo los protocolos de seguridad definidos por la Administración? En este sentido, la Agencia de Protección de Datos española (AEPD), preocupada por la protección de la intimidad de los usuarios en la Red, está teniendo una ronda de contactos con los grandes de Internet, Google, Yahoo y Microsoft (leído en la pág. 35 de la Gaceta de los Negocios de 17/9/07), con el objetivo de realizar un análisis sobre la adecuación de las políticas de privacidad de los principales buscadores de Internet a la normativa española en materia de protección de datos.