En el último borrador del Ministerio de Justicia español sobre este tema, se igualan los niveles de los datos en papel con los tres estadios de seguridad (básico, medio y alto) de los datos informatizados (leído en la pág. 42 de Expansión de 11/05/07). El nuevo reglamento activaría los controles dentro de la entidad –la auditoría interna-, los organigramas -especificando claramente las jerarquías-, las definiciones de puestos y funciones -detallando claramente las competencias de cada división o departamento-, o la definición nítida de los procedimientos administrativos. Habría que nombrar un responsable de seguridad y se mantendría la obligación de auditar cada dos años. En síntesis, una forma de organización distinta, donde áreas como la auditoría interna, tendrán un papel muy importante en el control y verificación de procesos de la empresa. Cierto, que las medidas de seguridad de los datos en papel, suelen generar rechazo por el elevado coste que supone a las empresas, pero, también, es innegable que con el avance de la tecnología, se debe tender a reducir la circulación del papel. Quizás, éste sería el momento adecuado o la excusa que estábamos esperando.